jueves, noviembre 25, 2010




Nos están matando la Esperanza

783 niñas y niños palestinos han muerto en la franja de Gaza por los ataques del ejército Israelí en contra del pueblo Palestino durante el periodo 2000-2010, de los cuales 433 fueron durante los 2 últimos años (2008-2010)[1].

En Afganistán murieron 153 menores de edad en 2009, de acuerdo con reportes periodísticos. Estas muertes fueron ocasionadas por los ataques del ejército estadounidense y sus aliados del Reino Unido en la ocupación colonial que sostienen en contra de éste país.[2]

En México, La Red por los Derechos de la Infancia menciona que aunque ninguna fuente oficial a dado a conocer la cifra exacta de niños, niñas y jóvenes asesinados, se han contabilizado por seguimiento periodístico la muerte de 159 menores de edad sólo en 2010; y 1059 en lo que va del sexenio[3]de Felipe Calderón por supuesto.

Podemos decir entonces que, México, sin vivir una ocupación militar extranjera, registra (extraoficialmente) un mayor número de muertes de niños, niñas y jóvenes en una peculiar guerra, creada y promovida por el mismo Estado.

La gravedad de las cifras debería poner a temblar a cualquiera, sobre todo cuando observamos que es el mismo gobierno, con ayuda de todo su aparato represor, quien está alentando una masacre sin precedentes en el mundo.

Hasta hace muy poco, la opinión generalizada de la terrible situación que atraviesa el país, giraba en torno a la idea del “Estado fallido” o en la incapacidad de la clase gobernante para detener la terrible ola de violencia que se ha desatado en el país. Sin embargo, la trágica experiencia de Cd. Juárez desmiente esta supuesta incapacidad, pues como ha sido denunciado públicamente, no se trata de un estado fallido, puesto que los aparatos de ejercicio del poder y de la fuerza Estatal funcionan, lo triste es que están al servicio de los intereses de los grupos criminales que nos mal gobiernan.[4]

El movimiento social en esta ciudad rechaza tajantemente que se trate de una guerra real en contra del narcotráfico, que todo es más bien una perversa simulación en la cual están involucrados intereses trasnacionales en el origen del conflicto. En una reciente declaración, el Frente Plural Ciudadano de Ciudad Juárez (FPC) menciona que, la intención de tantas ejecuciones, no es otra que sembrar el terror entre la población para así crear un escenario favorable a los intereses intervencionistas norteamericanos, muy ligados a la iniciativa Mérida o (Plan Colombia II).

También alertan a la población mexicana a no caer en esta simulación de la tesis del narcoterrorismo, pues para el FPC, el terrorismo viene de parte del Estado, que por medio de la paramilitarización y escuadrones de la muerte, buscan atemorizar y paralizar (al grado de shock), a la mayoría de la población Juarense, como su único objetivo.

Habrá que agradecer a los compañeros de Ciudad Juárez la claridad de sus advertencias, pues sólo quienes están viviendo esa realidad, los que viven el dolor de tanta sangre derramada, pueden entender y explicar mejor que nadie su magnitud y consecuencias

Pero también es cierto, que lo que hoy se vive en Ciudad Juárez, o en el norte del país, es una realidad que se repite en todo el territorio nacional. Lo destacable de la declaración Juarense, es la ratificación de lo que desde el Movimiento Social se ha venido denunciando desde hace algunos años, principalmente desde el 2006 con el ataque al combativo pueblo de Atenco: La criminalización y el castigo al descontento social cuando éste interfiere con los intereses del nuevo capitalismo trasnacional.

Pronunciamientos, análisis, denuncias sobre este hecho, sobran y seguramente se seguirán haciendo dadas las circunstancias. El problema es que éstas declaraciones no han tenido la suerte de ser muy difundidas en los medios de (des)información. Así que en esta ocasión quisiera orientar mi reflexión al papel que están jugando los niños, las niñas y los jóvenes en todo este contexto de muerte, donde son precisamente ellos y ellas, lo que están llevando la peor parte.

Retomando el caso de Atenco en 2006, observamos cómo en ese entonces la fuerza pública de los tres niveles de gobierno, inauguraron un experimento represivo sin precedentes en nuestra historia, donde el castigo o escarmiento gubernamental, dejo de dirigirse solamente a los luchadores sociales, sino que se extendió a toda la población involucrada, o no, en el conflicto; y en donde no hubo miramientos para detener, atacar y torturar tanto a adultos como a niños, niñas y jóvenes.

También en 2006, durante el movimiento magisterial de la APPO, los niños y niñas que acompañaban a sus padres en las marchas, fueron víctimas de la violencia desmedida que se desplegó en contra de los manifestantes. Niños, niñas y jóvenes fueron detenidos y golpeados de igual forma que sus padres o parientes y la detención de los jóvenes destaca por su particular saña. Tal vez la muerte más simbólica durante el conflicto de la APPO, sea el asesinato del joven periodista y querido compañero Brad Will, que a la fecha sigue sin recibir justicia.

También en Oaxaca, el 5 de junio del 2007, las jovencitas, Daniela y Virginia Ortíz Ramírez, pertenecientes al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, son desparecidas en un contexto de violencia sin precedentes en la zona Triqui.

Como parte de este contexto, el 07 de abril 2008, son asesinadas por paramilitares: Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Flores, jóvenes locutoras de Radio Copala, la Voz que rompe el silencio.

El 13 de junio del 2009, muere asesinado el niño Epifanio Celestino Bautista, de 13 años de edad, y su hermana Paulina Celestino Bautista, de 17 años, resulta herida de bala cuando un grupo de paramilitares atacó el cabildo municipal. Ambos chicos eran  hijos de la autoridad autónoma de San Juan Copala.[5]

Ya fuera de Oaxaca, el 06 de Octubre del 2008, en reclamo por la Alianza Educativa entre Calderón y Elba Esther Gordillo, cientos de maestros y habitantes del pueblo de Xoxocotla en el Estado de Morelos, fueron repelidos por fuerzas federales con golpes y allanamiento de moradas en contra de los pobladores que se solidarizaron con el movimiento. De igual forma, militares lanzaron desde helicópteros gases lacrimógenos y gas naranja, comúnmente utilizado en las guerras, afectando con ello al contingente compuesto, en buena parte, por maestras disidentes y sus hijos.

El 09 de junio del 2009, un comando armado compuesto por 500 elementos entre militares y policías, entró con lujo de violencia a las  comunidades de Puerto las Ollas y las Palancas en la sierra de Guerrero, con el fin de intimidar a la población y capturar a campesinos ambientalistas. En dicha intervención capturaron a 2 niños que fueron torturados por elementos del ejército mexicano con la intención de que confesaran la localización de los hombres de la comunidad que habían huido a la montaña por defender su tierra y territorio del despojo y tala inmoderada del cacique de la zona, Rogaciano Alba[6].

Meses más tarde, en Octubre de ese mismo año, la comunidad de las Calaveras, a 4 Km. de Puerto las Ollas, sufre la emboscada y asesinato de 3 jóvenes de 19, 17 y 15 años de edad, ejecutados por paramilitares, identificados con nombres y apellidos, pero que a la fecha siguen prófugos de la justicia[7].

En 2010, el espiral de violencia institucional contra la infancia mexicana parece no tener fin, no sólo en el contexto de la movilización social,  sino que esta violencia ha dejado correr el hilo en casos ominosos como el de los 49 niños y niñas calcinados en la guardería ABC en Hermosillo Sonora, los 7 adolescentes asfixiados en la discoteca New´s Divine, la desaparición de niños y niñas de casas de resguardo institucional como Casitas del Sur en el DF o CAIFAC en Nuevo León.

Y en el contexto de la Guerra contra el Narcotráfico, sólo en este año, han sido representativas las muertes de los hermanitos Martín y Bryan Almanza, asesinados por el ejército mexicano en Tamaulipas, los jóvenes acribillados en las inmediaciones del Tecnológico de Monterrey en NL; los 10 jóvenes preparatorianos masacrados en una fiesta de la colonia Villas Salvácar en Ciudad Juárez, y de nuevo en una fiesta de esta misma ciudad, pero el 23 de octubre de este mismo año, son asesinadas 14 personas, de las cuales 4 eran niños y niñas.

Al día siguiente, el 24 de Octubre, en un mismo día, son ejecutados 13 jóvenes internos de un centro de rehabilitación en Tijuana, 11 jóvenes trabajadores de un auto lavado son acribillados en Tepic, Nayarit, y 6 chavos son baleados en la zona centro del DF.

Mención especial merece la fuerte represión a la que se han visto sometidos los jóvenes del movimiento Anarco-Punk en la ciudad de México. La violencia y el acoso dirigido hacia este sector por su sola apariencia, se ha convertido en práctica cotidiana ejecutada por los elementos de seguridad del DF en contra de estos jóvenes. Casos paradigmáticos han sido las detenciones de jóvenes y adolescentes durante las marchas del 02 de Octubre, en las cuales el encapsulamiento se ha venido denunciando como una táctica contrainsurgente implementada durante las marchas y que tiene por objetivo aislar a una parte del contingente para ser reprimido violentamente y posteriormente detenido y/o desaparecido. El caso de Víctor Herrera Govea, es un ejemplo de esta práctica[8].

Ante este macabro recuento cabe preguntarse: ¿A qué se debe tanta saña dirigida contra los más jóvenes o los más pequeños? Como un intento por explicar tantas muertes de vidas inocentes es que escribo estas líneas, véase esto como una reflexión que busca aportar elementos de análisis que nos permitan explorar salidas y soluciones a esta situación de oprobio e injusticia.
 
 
La lógica del capital y la infancia
En esta búsqueda de respuestas, comienzo por analizar el papel que juegan los niños, las niñas y los jóvenes en la lógica del capitalismo. Una “lógica” que todo sabemos se sustenta en la explotación y está básicamente orientada a la obtención de las máximas ganancias…con el menor costo. Una lógica que impone el consumo como modo de vida, pero que sobre todo, impone el valor del dinero por encima del valor de las personas.

Para el capital neoliberal, los niños, niñas y jóvenes pobres, no representan un bien, sino más bien un gasto, puesto que requieren de educación, alimentación, salud, y vivienda (entre otras necesidades), pero no cuentan con los insumos para producirla. Por tanto, la educación, la alimentación, la salud y la vivienda se convierten en privilegios a los que sólo muy pocos podrán acceder. Dejando fuera de estos “privilegios”, a la mayoría de la población infantil y juvenil.

Eso sí, en la diversificación de sus ganancias, el nuevo capitalismo encuentra en los niños, niñas y jóvenes, preciados objetos de consumo. La oferta de productos dirigida a este creciente mercado va, desde sueños y aspiraciones telenovelescos, programas de concurso humillantes, hasta alimentos basura de todo tipo y que se han convertido en los preferidos en el mercado de los que nada tienen.

Por otra parte, la escuela oficial, en coalición y al servicio de los intereses de este capitalismo depredador, se encargará de diseñar programas y curriculas que domestiquen lo suficiente a los niños y niñas, para que en su vida adulta funcionen correctamente en las líneas de producción de las trasnacionales en las que pronto serán explotados, o acribillados en el transporte de regreso a sus casas. Para estos capitalistas, y los gobiernos que los solapan, ser obrero sólo requiere medio leer, medio escribir y medio hacer cuentas. No se requiere saber pensar, analizar, tener sueños, anhelos, dones o aptitudes. De esta manera los capitalistas del nuevo siglo encuentran en la infancia y en la juventud, la mano de obra barata (muchas veces gratuita) y perfecta para la obtención de sus máximas ganancias.

De ahí la inmensidad de niños y niñas jornaleros (mayoritariamente indígenas) que viven en condiciones infrahumanas con altas probabilidades de morir por las altas temperaturas, por las duras condiciones de trabajo o aplastados por los tractores de la agroindustria. De ahí los incontables niños y niñas que día con día van engrosando las filas de paqueteritos o cerrillos que trabajan gratuitamente para las supermercados, con en el beneplácito de la clase empresarial que no paga un centavo por el trabajo de los niños, mucho menos otorgan derechos laborales. No conformes con esto, los supermercados suelen abusar más de los chavitos con actividades extra laborales dentro de los centros comerciales, y todo ello, con la aprobación y aquiescencia del gobierno en turno.

De ahí también que la prostitución y la pornografía infantil sea el segundo negocio más lucrativo en el mundo, después del narcotráfico, pues ¿quién va a detener las redes de trata internacionales si genera tan exorbitantes ganancias?, ¿o quién puede creer que  funcionarios de distintos niveles y de distintos gobiernos no estén coludidos con estas millonarias redes de tráfico de personas? Al respecto habrá que recordar las grabaciones entre Mario Marín, ex gobernador de Puebla y Kamel Nacif, empresario explotador con intereses en esta misma ciudad. En dichas grabaciones se evidenció cómo ambos actores se ponían de acuerdo para intimidar y secuestrar a la periodista Lydia Cacho en represalia por describir en su libro los Demonios del Edén, las redes de tráfico y prostitución infantil en la ciudad de Cancún. Algunos de los testimonios de las niñas entrevistadas en este libro, señalan a algunos funcionarios gustosos de estas prácticas sexuales con menores de edad, entre ellos, el ex director del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes.

Otro escándalo sexual fue el del señor Tomás Coronado Olmos, procurador de justicia del estado de Jalisco, acusado de abusar sexualmente de varias adolescentes y además de participar en orgías con menores de edad junto con sus amigos y funcionarios de su jurisdicción. Ante ello, el gobernador de este mismo estado, Emilio González, fungió como un importante protector de su gabinete encubriendo al depredador sexual.

El abuso de poder hacia los más débiles, es una aberrante práctica de la que tampoco escapa la jerarquía católica, tanto nacional como internacional. Y es apenas, en pleno siglo XXI  cuando están saliendo a la luz los miles de casos de abuso sexual perpetrado por curas y/o sacerdotes de la iglesia católica en contra de los niños y niñas que quedaban a su merced en los servicios religiosos orientados hacia la infancia. Estas deleznables prácticas fueron conocidas y encubiertas durante muchos años por la estructura de la jerarquía católica del más alto nivel

Todo ello, todos esos millones, todo ese dolor, a costa de los cuerpos, del sufrimiento y de la muerte de millones de niños, niñas y jóvenes que en este planeta, incluyendo nuestro país, vinieron a sufrir y no a construir el futuro de su propio mundo.

Antes del 2006, tímidas noticias nacionales narraba en los diarios cómo cientos de niños y niñas migrantes (la mayoría de origen indígena) se quedaban varados en las líneas fronterizas en busca de su familia al otro lado de la frontera. Como suele pasar, dichas noticias pasaron desapercibidas, y al poco tiempo, México despertó bañado en sangre inocente.

Peor aún fue la reacción que como sociedad se tuvo, llamándose sorprendida al no creer o condenar el hecho de que fueran niños y jóvenes quienes llevan a cabo las innumerables transacciones de narcomenudeo en el país.

No debe ser fácil, pensar, imaginar, las dificultades por las que puede atravesar un niño, una niña, en medio de una ciudad que no conoce, sin un lugar a donde ir, sin conocer a nadie, con hambre, con frío, tal vez enfermo, tal vez padeciendo una reciente pérdida o abuso. La condena no se hizo esperar, la matanza se veía venir y esta falsa guerra contra el narcotráfico ha encontrado a sus principales víctimas y victimarios: los jóvenes, los niños y las niñas.

Por eso, los niños, las niñas y los jóvenes son para el gobierno y el capital neoliberal (que son una y la misma cosa): desechables, daños colaterales, objetos sin valor, que bien vale la pena sacrificar en el sostenimiento de un sistema de explotación que a la vez mantiene los privilegios de la clase en el poder.

Esta valorización de los niños, niñas y jóvenes, también es posible gracias a la arcaica concepción que se tiene de ellos en este país, y todavía en buena parte del mundo. Y es la idea de que los más jóvenes son concebidos y tratados como objetos de uso, o de abuso según sea el caso. No son concebidos como sujetos, como personas.

En 1989 la Convención de los Derechos del Niño lanza el concepto de los niños y niñas como sujetos de derecho. Es decir, los niños, niñas y adolescentes entran en la categoría de personas, al igual que los adultos. Ante semejante cambio de paradigma, uno pensaría que el trato o concepto hacia la infancia sería distinto, al menos en el nivel teórico. Pero a la fecha, la situación de los niños y niñas poco o nada cambiado. Baste mencionar que la gran mayoría (por no decir que todos) los juzgados, los Ministerios Públicos, los jueces y hasta los abogados más renombrados, desconocen o entienden, mucho menos aplican, esta nueva disposición. Así que los niños y las niñas siguen siendo tratados como objetos, tutelados por algún adulto, considerados incapaces, sin derecho a defenderse o a creer en su palabra.

No obstante, dicen “los que saben”, sobre todo los organismos internaciones encargados de proteger a la infancia, que a partir de la Convención se ha cambiado “significativamente” la idea o el trato que se tiene hacia los más jóvenes. ¿Será esto realmente cierto? En el caso de México, la representación de estos organismos internacionales ha destacado por su ausencia, omisión y un silencio cómplice que deja en total desamparo a la población infantil y juvenil de este país.

Tal vez habría que encaminar la pregunta hacia quién o quiénes financian a este tipo de organismos y en qué medida sólo sirven como costosos adornos encargados de mantener limpias las buenas conciencias del capital trasnacional.

 

La lógica del narco y los jóvenes
Todo indica que la lógica del narco es la misma que la del capital: obtener la máxima ganancia. Y como el gobierno está al servicio del capital, en este juego de inferencias lógicas, resulta altamente probable que el gobierno también esté al servicio del narcotráfico. Así que tal vez, “sólo tal vez”, el capital, el gobierno y el narcotráfico, son una y la misma cosa. La única diferencia es que el narcotráfico, está proporcionando a los niños y jóvenes pobres de este país, una expectativa de vida, por frágil y peligrosa que ésta sea. Ofrecimiento que los chavos están aceptando sin cortapisas.

De cualquier forma, no estaría demás preguntarles a los propios chavos involucrados en estas “actividades ilícitas”, ¿qué esperan obtener de ellas?, ¿cuáles son sus expectativas de vida?, ¿qué no tenían antes que tienen ahora?, ¿vale la pena correr el riesgo? Por lo pronto, las cifras de tantos jóvenes asesinados, parecen confirmar estas preguntas.

Al momento, los niños y los jóvenes son para el Narco, la carne de cañón en sus peligrosas transacciones, los centros de narcomenudeo en las esquinas de las colonias, las redes de comunicación y vigilancia de la organización, la fuente del conecte laboral. Son querámoslo o no, los cuerpos que dan estructura a una parte de la organización.

De lo anterior se infiere que algunos de estos jóvenes pueden tener información sobre la identidad de algunos personajes involucrados en este lucrativo negocio. Las matanzas en los Centros de Rehabilitación de varias ciudades del país, pueden responder al temor de varios de estos actores (narcotraficantes, policías, militares, servidores públicos), porque estas redes de complicidades no se den a conocer.

La lógica de la Lucha Social, los niños, las niñas y los jóvenes
La reflexión vuelve a girar en torno al mundo de las representaciones, y en este sentido tratar de entender qué representan los niños, niñas y jóvenes para el movimiento social.
Desde esta perspectiva, los niños, las niñas y los jóvenes son y representan: los sueños, los anhelos, la esperanza, la alegría de vivir, la libertad, la búsqueda de justicia, la valentía, la fuerza, la acción, la juventud, el sentido crítico, el pasado, el presente y el futuro.

Los niños, niñas y jóvenes representan para el movimiento social todo aquello por lo cual se lucha, y son precisa y mayoritariamente los jóvenes quienes dan cuerpo, motor y sentido a la misma.

Para el Estado, en comunión con el capital, al reprimir o aniquilar a los jóvenes, a los niños y niñas, aniquilan al mismo tiempo lo que es y significa el descontento social, aniquilan el motivo de su lucha. Desaparecida la base de su existencia, el movimiento social tiene muy pocas expectativas de subsistencia. Por eso resultan tan peligrosos los jóvenes, por eso ahora resultan tan vulnerables los más pequeños, porque quieren matarnos la esperanza.
 
La autonomía Zapatista y los niños, las niñas y los jóvenes
Y es también por eso que la autonomía zapatista resulta tan peligrosa para el capital, para el mal gobierno, para el narcotráfico, para los verdaderos asesinos. Porque las comunidades indígenas zapatistas están llevando a cabo los sueños de los más pequeños, están haciendo realidad lo que antes se pensaba inalcanzable.

Antes de 1994, los indígenas zapatistas vivían al servicio de la lógica del mal gobierno, morían, para que éste viviera. Hoy, después de 1994, los niños, las niñas y los jóvenes indígenas zapatistas han dejado de morir, para vivir ellos.

Hoy, los niños y las niñas indígenas zapatistas ya no mueren por enfermedades curables como gripa o infecciones estomacales. Hoy los niños y niñas zapatistas, pueden ir a aprender su propia y verdadera historia en las escuelas autónomas zapatistas. Hoy como siempre, los niños y las niñas son, para las comunidades indígenas, lo más importante, son la semilla que pronto dará fruto, una enseñanza aprendida de la madre tierra.

En cuanto a los jóvenes, para las comunidades indígenas zapatistas, son: los promotores de educación, que igual enseñan a grandes y a chicos en las escuelas autónomas. Son las y los promotores de salud, que atienden en las clínicas de sus comunidades. Son los jóvenes indígenas quienes hacen los medios comunicación y programas de radio para las comunidades. Son cada vez más los jóvenes, los representantes de las Juntas de Buen Gobierno. Son los milicianos y las milicianas, son lo más valioso y activo del movimiento.

Puede ser que en esto radique la diferencia….

Se trata pues de la contraposición de un modelo que impone a los niños y niñas como objetos desechables y de abuso, frente a otro modelo que coloca a los niños, a las niñas y a los jóvenes en la palestra.

Como sociedades, como personas adultas, tenemos la opción y la obligación de decidir cuál modelo queremos vivir. Hasta ahora el primer modelo ha sido dominante en la historia de la humanidad, con las funestas consecuencias que todos conocemos. Habrá que empezar, ya, a construir y a luchar por ese otro mundo, donde quepan los más pequeños.

Niñas y Niños en La Otra Campaña-DF
chavitosenlaotra@hotmail.com
23 Noviembre 2010


[1] Defence Children Internacional-Palestine Section (http://www.dci-pal.org/)
[2] http://www.publico.es/Internacional/297699/los-aliados-mataron-a-153-ninos-en-afganistan-en-2009
[3] http://www.derechosinfancia.org/
[4] Frente Plural Ciudadano. Pronunciamiento 09 Noviembre 2010. Ciudad Juárez, Chihuahua.
[5] CIMAC Noticias, 19 junio 2009.
[6] Tomado Informe Limmedh, 19 junio 2009
[7] Boletín de Prensa TADECO, A.C.  07 Noviembre 2009
[8] Valga este breve recuento sin la intención de omitir los casos que falten por mencionar en este escrito.

viernes, septiembre 10, 2010

Reseña 30 de abril 2010






El pasado viernes 30 de abril, diversos colectivos y adherentes de  La Otra Campaña en el DF, nos dimos a la tarea de llevar a cabo “El Otro Día del Niño y de la Niña” en el zócalo de la ciudad de México.

Con un sol incandescente alrededor de las 3 de la tarde, se montaron las carpas, mesas, sillas, necesarias para los talleres. Algunos los niños y niñas que ya estaban presentes-impacientes, ayudaron a inflar globos y a decorar el espacio. Posteriormente llegaron los compañer@s del Levantamiento Kultural, que con globos y silbatos fueron en caravana a llamar a cuanto niño o niña se encontraban para que participaran en las actividades de este día. Algunos otros se quedaron bailando o jugando al compás de  la música de “Patita de Perro”.

Los trabajadores del SME en huelga de hambre y los paseantes habituales del zócalo, fueron el publico que en ese momento se les explicó quiénes éramos y lo que estábamos haciendo ahí en la plancha del zócalo: La Otra Campaña en el DF estaba ahí para denunciar la situación de injusticia, de desprecio y de olvido que los malos gobiernos cometen en contra de los niños, niñas y jóvenes de este país. Estábamos ahí para denunciar la matanza de niños y niñas en manos del ejército, entre otras cuestiones. Pero también estábamos para celebrar junto con los niños y niñas su día de una forma diferente, denunciando, pero también bailando, jugando, aprendiendo.

Acto seguido, se invitó a los niños y niñas a pasar a la mesa 1, en la cual se les preguntaba a los niños y niñas qué no les gustaba de lo que les pasaba en su vida, en su casa, en su escuela, en su colonia o en la calle. Los títeres de las compañeras Luz Clara y Luz oscura, así como la colaboración del compañero Ariel, fue determinante para esta actividad.

Al mismo tiempo se les explicó algunas situaciones que viven los niños y niñas en otros lugares, como los niños y niñas que viven en las calles,  que trabajan en las calles, que no tienen casas o familia, que los explotan que los abusan, o los niños y niñas de las comunidades indígenas zapatistas que padecen el acoso y represión de los malos gobiernos al quererles quitar sus tierra, sus casas, su familia.

Todo lo que no les gusta, lo que no quieren los niños y niñas participantes, quedó plasmado en un papelote que se expuso en la plancha del zócalo. Al terminar pasaban a la mesa 2, en donde explayaban, por medio de un cartel, de un dibujo, pintura o escrito, lo que sí querían los niños y las niñas, o la solución que ellos darían a los problemas a sus propios problemas. Los trabajos fueron expuestos, colgados como tendederos, alrededor del espacio.

En otro momento las compañeras Elia y Norma se afanaron en talleres de fotografía y de reciclado.

Para cerrar con broche de oro, y antes de que se fuera el sol, los compañeros de los “Zurdos Teatro” presentaron la obra: “La Caracola Encuerada”. Una obra donde una caracola muy sui géneris, un cuervo muy gringo y un abuelo muy sabio nos enseñan que la identidad, la dignidad de las personas, la dignidad de los pueblos, es lo único que vale en este mundo de escaparates trasnacionales.
Este fue un momento mágico, donde niñas, niños y adultos se fundieron en una sola fantasía. Tal era la embriaguez del público asistente, que ni siquiera percibieron el reparto de alegrías y golosinas.

Un emotivo y caluroso aplauso llenó este pequeño espacio con sonrisas y miradas satisfechas con el mensaje de la obra. En este momento tuvimos, no sin pena, el atrevimiento de pedir colaboración a los muchos gastos del evento, sabiendo de antemano que a La Otra Campaña, nadie la financia. La respuesta fue conmovedora, al ver a los pequeños sonrientes depositando las pocas monedas que enviaban sus padres, sus madres, y alguna que otra trabajadora sexual ahí presente.

Finalmente se leyó un pequeño pronunciamiento que enviaron los compañeros de la Confederación General del Trabajo (CGT) de España, a propósito del día del Niñ@, así como la Declaración de la Red contra la Represión y por la Solidaridad de La Otra Campaña en torno a los hechos de San Juan Copala, Oaxaca.

El propósito se había cumplido: ¡celebrar un día del niño, de la niña, diferente!
Celebrar ¡Un otro día del Niñ@!


Agradecemos de todo corazón la valiosa colaboración de los compañeros y compañeras de: El Levantamiento Kultural, La Otra Cultura -In Lak Ech, a los compañeros del MULT, del Frente del Pueblo, de la Coordinadora Valle de Chalco, de la Brújula Roja, de la UVYD, del Chava de la Otra Tampico, de la REDMYC, a Salud y Conciencia, a la Red contra la Represión y por la Solidaridad, a toda La Otra Campaña por luchar, por creer, junto con los más pequeños, que es posible un mundo donde quepan muchos mundos.


 Niñas y Niños en La Otra Campaña-DF
30 de Abril 2010
Pronunciamiento: El Otro Día de los Niños y Niñas




Hoy 30 de abril del 2010, estamos aquí en la máxima plaza del pueblo de México, los niños, las niñas y los adultos de la Otra Campaña en el DF y de otras organizaciones, así como personas de buen corazón abajo y a la izquierda par decir ¡Ya Basta! a la situación de impunidad, de desamparo y de abuso que padecen los niños y niñas de este país.

Estamos aquí para exigir un alto a la ola de violencia que se está desplegando en contra de los niños, niñas y jóvenes de México.

Estamos aquí porque queremos que el 30 de abril sea un día para celebrarles a los niños y niñas de una forma diferente, no haciendo presas del consumismo a nuestros hijos e hijas. Queremos que el 30 de abril sea el día en que los adultos reconozcamos las cuentas pendientes que tenemos con la infancia, el día en que salgamos y exijamos a los malos gobiernos, de todos los niveles, el trato digno y conforme a derecho que deberían tener todos los niños y niñas.

Estamos aquí para decir que no vamos a permitir el trato de desprecio, de acoso, de represión, de asesinato, y de constantes abusos en contra de los más pequeños por parte de los malos gobiernos de este país.

Venimos a denunciar que la terrible ola de represión en contra de los movimientos sociales, incrementada y recrudecida en los últimos gobiernos panistas, se ha estado extendiendo no sólo hacia las organizaciones sociales que se atreven a denunciar los abusos del poder en turno, sino que, por lo menos desde los lamentables hechos de San Salvador Atenco, la represión y el castigo al descontento social, se ha extendido a las familias y a las comunidades completas, incluyendo a sus niños y niñas.

La violencia que ejerce el estado mexicano en contra de la niñez y juventud mexicana, es parte de una estrategia sistemática que tiene entre sus objetivos:
1)      Infundir el terror entre la población civil
2)      Inmovilizar el descontento social en base al terror que ocasiona el daño a los más pequeños o vulnerables como son las mujeres, los jóvenes, los niños y las niñas.

Al mismo tiempo que introducir una agresiva campaña de condena, represión y encarcelamiento hacia los más jóvenes, con el pretexto de ser narcotraficantes y tener así una justificación para torturarlos, encarcelarlos o matarlos.

Ya van a ser 4 años del flagrante ataque de los tres niveles de gobierno en contra del valeroso pueblo de Atenco, donde se cometieron violaciones sexuales en contra de las mujeres, donde se reprimió y encarceló a cientos de personas. En estos hechos, se detuvieron a 9 menores de edad que sólo pasaban por ahí en esos momentos. De su detención, los remitieron a la cárcel de menores “Quinta el Bosque” en Zinacantepec Estado de México, donde fueron torturados y abusados casi a diario por guardias e internos de dicho tutelar.

Los jóvenes no quisieron denunciar, ni en su momento ni ahora, estos hechos por temor a represalias, pero nosotros, la Otra campaña sabemos de estos hechos y señalamos desde esta plaza  a Enrique Peña Nieto (gobernador del Estado de México), a Wilfredo Robledo Madrid (Comisionado General de la Agencia Estatal de Seguridad), a Vicente Fox Quesada (ex presidente), y a la directora del tutelar de menores“Quinta el Bosque” en ese momento: Silvia Preuss Windfield, como responsables de estos abusos cometidos en contra de estos jóvenes. (Informe sobre los menores de edad detenidos en SSA el 3 y 4 mayo 2006. LOC-DF)

La represión a los niños, niñas y jóvenes no paró ahí, en las multitudinarias manifestaciones de la APPO en Oaxaca de ese mismo año, y hasta que duró el conflicto, los hijos e hijas de los manifestantes también eran blanco de los ataques por parte de las fuerzas represivas, atentando no sólo contra el derecho fundamental de manifestación ciudadana, sino contra derechos nacionales e internacionales respecto a la protección y cuidado de la infancia en situaciones de conflicto. (Art.37 Convención de los Derechos del Niño).



Mención especial merece el caso de Guerrero, cuando en Junio de 2009 un comando de cientos de policías incursionó de manera violenta y con disparos al aire a las comunidades de “Las Ollas y Las Palancas”, ubicadas en la sierra del municipio de Petatlán.  

Ese día, los militares entraron a la comunidad golpeando a mujeres y niños, y con vehículos tipo hummer destrozaron y saquearon las precarias viviendas de las familias. En estos hechos, dos niños fueron capturados por estos cuerpos represivos: Omar García de 13 años de edad y otro menor de edad de quien no se obtuvieron datos.

Omar logró escapar de sus captores pudiendo narrar las 3 horas de tortura que sufrió junto con el otro menor de edad, donde fueron tapados con sus camisas, recibieron golpes, heridas de cuchillo, ahogamientos, golpes en los oídos, en la nuca, piquetes con agujas.
(Tomado informe Limmedh, 19 junio 2009)


Ese mismo año, el 31 de octubre, en esta misma comunidad de Puerto de las Ollas, fueron emboscados y asesinados con ráfagas de cuerno de chivo AK-47 y escopetas calibre 16, los jóvenes: Alejandro y Bertín García Cortes, de 19 y 18 años respectivamente, así como su primo Rogelio García Valdovinos de 15 años de edad. Sus padres: Juana Cortés Tapia y Guillermo García Avila señalan como responsables de estos hechos a: Simón Rodríguez Valencia, Israel, Antioquo y Fredi Cortes Valencia, Aurelio y Ramón Valencia García, Leobardo, Ismael y Rafael Peñafiel Valencia  quienes hasta la fecha siguen prófugos de la justicia.
(Boletín No. 7 TADECO, AC)

El delito de estos jóvenes fue el de ser hijos de campesinos que defienden sus tierras. 


Otro terrible caso que involucra la muerte de niños y niñas involucrados en movimientos sociales, fue el ocurrido en el municipio autónomo de San Juan Copala, Oaxaca. El día 13 de junio del 2009 fue asesinado al niño Epifanio Celestino Bautista, de 13 años de edad y su hermana Paulina Celestino Bautista de 17 años, resultó herida de bala cuando un grupo de paramilitares atacó el cabildo municipal. Ambos eran hijos de la autoridad autónoma de San Juan Copala, y de acuerdo con el reporte de CIMAC A.C. la agresión se da justamente cuando un contingente de los barrios Triquis de este municipio, acompañaba a los familiares de los presos de los hermanos Loxicha en la marcha que realizaron a la ciudad de México para exigir la libertad de sus familiares presos injustamente desde hace 13 años (19 junio 2009).

A la fecha, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, sigue exigiendo la presentación con vida de las jóvenes triquis Virginia y Daniela Ortíz Ramírez, desaparecidas desde el 5 de julio de 2007.

Y qué decir de los niños y niñas de las comunidades indígenas zapatistas, quienes al igual que sus padres y familias, sufren los constantes ataques de grupos militares y paramilitares bajo las órdenes y complacencia de los malos gobiernos. Organizaciones como la OPDDIC y el denominado “Ejército de Dios”, han estado en últimas fechas, ultimando ataques armados y violentos en contra de mujeres, niños y niñas de las comunidades zapatistas en resistencia y de comunidades adherentes a la Otra Campaña por medio de amenazas, detenciones, torturas, desalojos, que dejan en la indefensión a los más pequeños, atacados una y otra vez, por ser pobres, por ser indígenas, por ser niños, y si son mujeres, por ser niñas.

La detención, encarcelamiento y tortura de sus padres, de sus madres, de sus familiares, el despojo de su tierra y su territorio, los deja sin derecho a una familia, a un hogar, a una vida digna. Se violan con ello convenios y tratados internacionales como la Convención de los Derechos del Niño en todos sus artículos, o el tratado 169 de la OIT respecto al derecho de los pueblos indígenas de vivir y proteger la tierra en la que han vivido no sólo ellos sino, sus ancestros.

Su único delito, es ser hijos de la rebeldía, experimentar cotidianamente la posibilidad de una vida digna sin necesidad del mal gobierno, su único delito es ser la semilla de la esperanza.
Estamos aquí para decir fuerte y claro que este 30 de abril el gobierno mexicano en lugar de cuidar y brindar protección a los niños, niñas y jóvenes de este país, los asesina, los encarcela, los reprime por el sólo hecho de ser pobres, por pensar diferente, por vestir diferente, y otros tantos, fungen como carne de cañón en esta falsa guerra contra el narcotráfico; donde sólo en el gobierno de Calderón, han muerto alrededor de 600 menores de edad.

Parte de esta cifra la conforman los 16 adolescentes asesinados por comandos policiales y del crimen organizado en Villas Sal vacar, Ciudad Juárez. Los seis jóvenes torturados y asesinados el 13 de abril de este año en el estado de Morelos, entre ellos: Víctor Manuel González, Gilberto Jaimes Lara y Carlos Alberto Navarro García de 15, 16 y 17 años respectivamente. Sus cuerpos presentaban huellas de tortura y tenían mensajes del crimen organizado. Y sin olvidar a Martín y Bryan Almanza de 9 y 5 años de edad, asesinados por elementos del ejército mexicano en la carretera Ribereña en el estado de Tamaulipas. Y todos los demás niños, niñas y adolescentes caídos que no alcanzan los titulares de las noticias nacionales, los llamados “daños colaterales” de esta encaprichada guerra de calderón, a todos ellos, a todas ellas, hoy, rendimos tributo.

En este año 2010, los malos gobiernos de todos los niveles en contubernio con sus patrones las televisoras monopólicas, se solazan grotescamente de un festejo inexistente: el bicentenario.

Porque nosotros nos preguntamos y preguntamos al pueblo de México, acaso hay algo que celebrar con todos estos hechos narrados, cuando niños y niñas inocentes mueren por el desprecio y la negligencia de los gobiernos en turno, como los 49 pequeños de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora.

Qué fruto de la revolución es que nuestro país sea el primer lugar en obesidad infantil, gracias a la indiscriminada y salvaje introducción de las trasnacionales de churritos y refrescos, con la aprobación y complacencia de los funcionarios y legisladores en turno, quienes son responsables de dejar esta comida chatarra como única opción de alimentación para las familias pobres de México. Pues qué puede darle de comer un padre, una madre a sus hijos cuando no tiene con qué comprar, cuando ni siquiera puede estar en casa cuidando a sus hijos porque no hay tiempo en los trabajos explotadores asignados a los más pobres.

En cambio, las empresas capitalistas si tienen mucho qué celebrar, puesto que siguen enriqueciéndose gracias a la mano de obra gratuita y a la explotación de los más pequeños. Como por ejemplo los cientos de niños y niñas indígenas explotados en los plantíos de  los campos de Sinaloa, o los miles de niños, niñas y adolescentes pobres que trabajan gratuitamente como empacadores en las grandes tiendas de supermercados. Todos ellos bajo la permisividad corrupta de las autoridades.

Qué hay que celebrar cuando día con día vemos a niños, niñas, familias enteras trabajando en las calles, mendigando, viviendo en las calles, buscando un sustento. Padeciendo, además, el abuso cotidiano de distintas autoridades y gente sin escrúpulos.

Qué tenemos que celebrar cuando México es considerado paraíso de pedófilos y pederastas a nivel internacional debido a la impunidad, a la falta de justicia y reglamentaciones ante los casos de abuso sexual infantil, donde empresarios y la iglesia católica se ubican como los máximos representantes de este tipo de abusos. Qué hay que celebrar cuando México es parte de una fructífera red de explotación sexual comercial infantil, el 3er negocio más lucrativo a nivel mundial. Nos preguntamos, en México ¿a quién beneficia este jugoso negocio de millones de dólares?, ¿por qué las autoridades no hacen nada al respecto?, ¿Por qué desparecen los niños y niñas de las casas de guarda o albergues de subsidio gubernamental como el DIF? ¿Dónde están esos niños, a dónde está Ilse Michel desaparecida desde el año pasado de “Casitas del Sur” dónde están los niños y niñas desaparecidos de CAIFAC en Monterrey, NL?

La lista de infamias en contra de la infancia en este país, parece no tener fin, y es por estas causas que estamos aquí presentes, para decir ¡Ya Basta! Por eso estamos aquí, los adultos junto con los niños y niñas, puesto que los adultos tenemos una responsabilidad, un deber con nuestros niños y niñas todos, no sólo con nuestros hijos. Tenemos el deber de resguardar el futuro, no podemos seguir permitiendo que masacren, que humillen, que encarcelen, que torturen,  que mal eduquen, que pongan en riesgo la salud, la alimentación, el derecho a ser felices de los niños y niñas, nuestro futuro.

Y porque desde La Otra Campaña creemos que la realidad no puede ser ocultada o negada a los ojos de nuestros hijos, porque no podemos abstraer a los mas pequeños de una realidad que ya viven en los hechos. Es por eso que estamos aquí, junto con ellos, denunciando, exigiendo, trabajando con ellos y ellas, de una forma lúdica, de una manera que ellos entiendan, de la forma en que los niños y niñas lo quieran decir, pero siempre informados sobre lo que les acontece.

¡Vengan, participen con nosotros, participe con los más pequeños, para hacerse grande, para hacernos más grandes, para construir un mundo donde quepan muchos mundos!

¡Ya basta de asesinatos a los niños y niñas de México en la absurda guerra contra el narcotráfico de calderón!
¡Ya basta de abusos y explotación a los más pequeños!
¡Vivan los niños y niñas zapatistas rebeldes!
¡Vivan los niños y niñas de La Otra Campaña!
¡Viva la Otra Campaña!
¡Viva el EZLN!
¡Alto ala militarización a las comunidades indígenas zapatistas!
¡Presos políticos Libertad!                                                              
Niñas y Niños en La Otra Campaña en el DF
chavitosenlaotra@hotmail.com
Jóvenes y Niñ@s en Atenas



Texto repartido por escolares en las calles de Atenas, de cara a las críticas de la "violencia" por todo el aparato de desinformación de masas y los ciudadanos escandalizados (2008).

No nos critiquéis antes de entendernos. 
No nos apuntéis con el dedo antes de vernos.
No nos censuréis antes de hablarnos.
No nos matéis antes de dejarnos vivir.
Somos vuestros hijos y nietos, vuestros vecinos o amigos....
Somos la sociedad que habéis creado... Somos el resultado de las generaciones de indiferencia, de no creer en nada, del pasotismo, de la apatía...
Ahora...Quemamos para que no nos quememos.
Rompemos para que no nos rompan.
¡Nos Rebelamos porque ya estamos hart@s de este mundo¡
Estamos con vosotr@s!
¡Estas noches son de Alexis!
Hay que cambiar el mundo, y si no lo conseguimos al menos lo habremos intentado.
¡Que se extienda la revuelta!

Texto que se repartió entre la gente que asistió en el funeral de Alexis Grigoropoulos.
 
QUEREMOS UN MUNDO MEJOR. ¡AYUDENNOS!
No somos terroristas, "encapuchados" ni "desconocidos conocidos" (expresiones que se usan por los medios de comunicación griegos sobre los manifestantes) 

¡SOMOS VUESTROS HIJOS! Esos conocidos desconocidos...
Queremos soñar - ¡no nos maten los sueños! Tenemos pasión - ¡no nos paren!

¡ACUERDENSE! Hace tiempo que ustedes eran jóvenes también.

Ahora están persiguiendo el dinero, solo les interesa la "fachada" de las cosas.
Se hicieron gordos y calvos. ¡OLVIDARON! Esperábamos que nos apoyaran, que tuvieran un poco de interés, que nosotr@s por una vez nos enorgulleciésemos de ustedes… ¡EN VANO! Ustedes viven vidas falsas.

Tienen la cabeza inclinada, los pantalones abajo y están esperando el día que se van a morir.
¡No tienen imaginación, no se enamoran, no crean nada!
Solo venden y compran:

TODO MATERIAL - AMOR POR NINGUNA PARTE - VERDAD POR NINGUNA PARTER
¿Donde están los padres? ¿Donde están los artistas? ¿Porque no salen a las calles para protegernos?

¡NOS ESTÁN MATANDO, AYUDENNOS!

LOS NIÑOS

PD: No nos hacen falta mas lacrimógenos para llorar. Lo podemos conseguir solos.


Niños y Niñas en el Plantón Molino de las Flores
Octubre 2008



Testimonio Fiel
Plantón Molino de las Flores
Texcoco, Edomex.

El pasado 12 y 19 de Octubre del 2008, el Sector Niñas y Niños de  La Otra Campaña en el Distrito Federal convocó a los niños y niñas adherentes y a los niños y niñas en general, a participar en un actividad en el campamento instalado en las afueras del penal del Molino de las Flores en Texcoco, Estado de México.

La propuesta consistía en invitar a los niños y niñas participantes a dejar un mensaje de aliento para los presos y sus familiares, secuestrados por el gobierno mexicano desde mayo de 2006, así como para los compañeros y compañeras que estoicamente conforman el plantón desde hace ya dos años.

Con la participación de principalmente jóvenes adolescentes del Frente del Pueblo (FP), organización adherente de La Otra Campaña en el DF, y con el acompañamiento, no programado, de alumnos del colegio de bachilleres No. 10, mejor conocido como el “Bacho 10”, la actividad logró alcanzar sus objetivos.

Si bien los jóvenes del Frente del Pueblo cuentan en su haber generacional con una historia de lucha llevada a cabo por sus padres y familias desde el temblor de 1985, los chavos del Bacho 10 tuvieron la oportunidad de sensibilizarse políticamente con una enriquecedora y fructífera plática sobre lo que es la represión, el por qué del plantón, la historia de lucha del pueblo de Atenco, e incluso cuestiones de política nacional de los últimos momentos. Charla que amenamente impartieron los compañeros y compañeras del plantón.

Previa a esta sensibilización, se les invitó a dejar plasmado, en una manta o cartel, lo que les había dejado dicha plática, lo que habían aprendido o comprendido de lo escuchado, en una especie de intercambio testimonial que dejara en el papel lo vivido y aprendido. La idea era dejar un mensaje de aliento, de apoyo, de acuerdo o desacuerdo con lo que pasaba en país y dirigido a los compañeros del plantón o bien a los presos, presas y sus familias.

Más pronto que tarde, y muy entusiasmados, los chavos llevaron a cabo la actividad sin ningún problema. El único contratiempo fue no encontrar agua suficiente para despintarse las caras y manos que bulliciosamente se habían embarrado entre todos.

Las mantas, los carteles, quedaron ahí, atados a las rejas fuera del penal o acompañando las lonas descoloridas de la cocina del plantón. Ambos, como testimonio fiel, y con mucho corazón, de que a los niños, niñas y jóvenes en México les indigna la injusticia.



Pronunciamiento contra el Ataque a la Infancia en Guerrero 
10/Nov/2009

A las comunidades de las calaveras, Puerto Las Ollas y las Palancas; Guerrero, México
Al Taller de Desarrollo Comunitario en Guerrero (TADECO)
A las organizaciones civiles y sociales
A las organizaciones de atención a la infancia
A la Otra Campaña

Por este conducto, los individuos y organizaciones de La Otra Campaña interesados en el tema de la infancia, repudiamos de manera tajante el infame ataque a la comunidad “las calaveras”, ubicada a 4 km de puerto las Ollas en la sierra de guerrero, en donde fueron asesinados los jóvenes Bertín y Alejandro García Cortés y Alejandro García Valdovinos (de 17, 16 y 15 años respectivamente) en manos de sicarios que responden a los intereses del cacique priista Rogaciano Alba, acusado de narcotráfico.

Este ataque llevado a cabo el día 31 de Octubre del presente año (2009), se une al ataque del mes de junio de este mismo año, donde las comunidades de Puerto Las Ollas y las Palancas padecieron la tortura de dos niños de su comunidad (de 13 y 14 años), pero en esa ocasión en manos de militares.

El constante acoso y persecución hacia estas comunidades, tiene como fin el despojo de su tierra y territorio en beneficio del cacique Rogaciano Alba, lo que ha ocasionado que los hombres de estos mismos poblados tengan que huir a la montaña, viéndose obligados a dejar solas a las mujeres y a los niños y niñas de su comunidad.

Esta circunstancia ha sido aprovechada por estos grupos militares y paramilitares para torturar y asesinar a los niños de estos poblados, atentando no sólo en contra de la tranquilidad de la comunidad, sino en contra de los derechos fundamentales de todos los niños y niñas de México y el mundo: su derecho a la vida.

Estos actos detestables, violentan leyes y reglamentos de carácter nacional e internacional como la Convención de los Derechos del Niño y el Tratado de Estambul, firmados por nuestro país desde hace varios años. Sin embargo, para el gobierno mexicano, las leyes para el cuidado y protección a la infancia son simple y llanamente letra muerta.

Al abuso, desamparo, omisión,  en contra de la infancia en México, se suma la tortura y el asesinato a los niños y niñas vinculados al movimiento popular; como parte de lo que parece ser una estrategia más de contrainsurgencia en contra de quienes se movilizan por sus derechos o por exigir justicia a sus demandas.

Esta estrategia tiene como objetivo eliminar, desde temprana edad, “la raíz de la resistencia”; así como propinar un escarmiento a la comunidad que se atreva a rebelarse en contra de las injusticias que padece.

Inaugurada por el gobierno mexicano en los trágicos hechos de Atenco (2006), repetida en los sucesos de Oaxaca (2006), en los ataques en contra de los maestros de Morelos (2009), continúa incrementándose con los recientes hechos de Guerrero.

Por todo ello, los individuos, grupos, individuos de La Otra Campaña exigimos el rápido esclarecimiento de los hechos, así como castigo a los asesinos, y expulsión definitiva de los grupos militares y para militares que se encuentran en esta zona de la sierra de Guerrero.

Por otra parte, queremos hacer un atento llamado a las organizaciones nacionales e internacionales que trabajan por la infancia, a mirar esta otra cara de la niñez mexicana: la insurrecta, la rebelde y por la misma causa, la olvidada, la ignorada y despreciada de las grandes agendas nacionales e internacionales. La Convención de los Derechos del Niño estipula la defensa de los niños y niñas por igual, pues no existen niños o niñas de primera o segunda categoría. Defender los derechos de los niños y niñas, en igualdad de circunstancias, es una obligación de todos los que trabajan por la infancia.

Atentamente:
Niñas y niños en La Otra Campaña-DF